
OVALLE: Un encanto turístico por descubrir
“La Perla del Limarí” ofrece un turismo rural y de intereses
especiales único. Un paso transitorio de la cultura Molle y
un bosque en medio del desierto son parte de los atractivos
que este destino propone para descubrirlo y encantarse.
Cielos limpios, patrimonio y productos tradicionales, como
el queso de cabra, el pisco y el vino. Estos son parte de los
encantos que ofrece Ovalle, puerta de entrada al Valle del
Limarí, una ciudad ubicada a 403 kilómetros al norte de
Santiago y a 90 kilómetros al sur este de La Serena.
“La Perla del Limarí”, capital de la provincia de mismo
nombre, se ha convertido en un nuevo atractivo turístico del
norte del país, siendo una alternativa a La Serena y el Valle
del Elqui. Su tradición y su gente, hacen de esta tierra un
lugar mágico.
Precisamente a 23 kilómetros al sur de Ovalle se encuentra el
Valle del Encanto. Se trata de un sitio arqueológico declarado
Monumento Histórico en 1973 que tiene una superficie
aproximada de 3 hectáreas, albergando diversos vestigios
arqueológicos de la cultura Molle, Ánimas y Diaguitas.
El sector fue escenario durante 4 mil años de distintos
encuentros de grupos humanos, siendo un lugar de tránsito
entre cordillera y mar. Los Molles y Diaguitas dejaron
plasmado en grandes rocas la impronta de una ritualidad
basada en la omnipresencia del guía o “chamán” de la
comunidad. Petroglifos, pictografías y cientos de morteros
o “piedras tacitas” son testimonios vivos de este antiguo
centro ceremonial y lugar de peregrinaje.
Otro de los encantos que guarda Ovalle es el Parque
Nacional Bosque Fray Jorge. Su extensión de casi 10 mil
hectáreas de superficie, representa una verdadera reliquia
natural, un bosque hidrófilo del período cuaternario, es una
muestra de lo que fue el, hoy desierto de Atacama, el más
árido del mundo, en la última glaciación ocurrida hace más
de 30.000 años, cuando los bosque húmedos se distribuían
hasta latitudes bastantes bajas.
El parque se caracteriza por el remanente más boreal del
bosque húmedo pluvial valdiviano, quedando aislado del
resto del bosque templado por la desaparición de estos
productos del fin del último periodo glaciar. El lugar fue
declarado por la UNESCO como Reserva Mundial de la
Biósfera, presenta un fenómeno natural extraordinario:
un bosque, tipo valdiviano, en una zona desértica costera.
La existencia de este bosque depende de la condensación
de la neblina costera, llamada camanchaca, ya que la
pluviosidad del área no supera los 113 milímetros anuales.
A pocos kilómetros del lugar se encuentra la
Desembocadura del Río Limarí, humedal costero ubicado
a un costado de la Caleta El Toro. Este espacio rico en
biodiversidad se caracteriza por ser un lugar tranquilo
que llama al relax y la calma. Sus aguas color turquesa
tienen como fondo la ladera sur del Parque Nacional Fray
Jorge. En su costa, se puede disfrutar de una pequeña y
tranquila playa, mientras que en la superficie conviven
diversas especies de aves. Este hermoso humedal, está
en busca de ser declarado como un Nuevo Sitio Ramsar,
lo que le permitirá al lugar poder ser declarado como una
Reserva Mundial de la Biosfera.